Las expectativas generadas por el "Plan Colchón" y el proyecto de ley para proteger a los ahorristas no se han traducido en resultados concretos. Lejos de impulsar un aumento de dólares en el sistema financiero, las plazas cambiarias registran una preocupante disminución de fondos en esa moneda. Ni los bancos ni las empresas de cajas de seguridad privadas reportan movimientos significativos tras los anuncios, evidenciando una tendencia opuesta: los depósitos en dólares han retrocedido.
El economista Amílcar Collante, de Profit Consultores, analizó que, desde el 22 de mayo, los depósitos en dólares cayeron en u$s429 millones. “No hay un retorno de los dólares guardados al sistema. Los incentivos fiscales son insuficientes, y el movimiento actual está más ligado al blanqueo del año pasado”, señaló. Collante destacó que muchos de esos dólares se destinan a gastos en el exterior, como el turismo, lo que agrava el déficit del Banco Central. En la misma línea, la consultora LCG indicó que el efecto del "Plan Colchón" será marginal, beneficiando principalmente a quienes acceden a divisas vía exportaciones. Por su parte, Econviews subrayó que los resultados se verán a largo plazo: “La mayoría de los ahorristas siguen viendo los dólares como reserva de valor, no como una herramienta para consumo o depósitos que impulsen el crédito”, explicaron.
Cajas de seguridad: un mercado inmóvil
El resguardo físico de billetes tampoco muestra signos de reactivación. Consultados por el portal Ámbito, tres bancos líderes confirmaron que no hay actividad en las cajas de seguridad. Uno de ellos, entre los diez más importantes por número de clientes, aseguró: “Ni se abren ni se cierran cajas, estamos en niveles históricos”. Incluso señalaron que hay disponibilidad de sobra.
En el sector privado, el panorama es similar. Ignacio Serrano, Chief Marketing Officer de Hausler, comentó que el crecimiento de su servicio en los últimos cinco años responde al auge inmobiliario, no a un retorno de dólares al sistema. “No detectamos un cambio de comportamiento. Aun así, nuestras perspectivas son optimistas”, afirmó.
María Paula Véliz, gerente de Impuestos de Expansión, apuntó a tres razones que podrían frenar el comportamiento de los ahorristas: la falta de conciencia sobre los riesgos de guardar efectivo, la desconfianza en el sistema financiero y la incertidumbre tributaria. “Aunque el Gobierno actual plantea objetivos claros, muchos recuerdan retrocesos en el pasado y prefieren esperar a ver si los cambios son sostenibles en el tiempo”, explicó.
Desde el Banco Central, el director Federico Furiase reconoció que esta reticencia era previsible. "No se espera un vuelco inmediato hacia el circuito formal", admitió, aunque defendió que el proceso “puede permitir mayor crecimiento, más recaudación y ayudar a sostener el superávit fiscal”.